ALBADA
En la ciudad veo flotar los murmullos
de las calles lejanas
confundidas en el misterio de la neblina
de una desapacible mañana de invierno.
La irrealidad del paisaje no deja de sorprender
con las tonalidades amarillentas
con que nos obsequia la naturaleza.
Todo se ve diferente y parece
que sea otra ciudad, desconocida
la que contemplan mis ojos.
En las afueras, desde el Parc Taulí
coloreada y majestuosa la mañana se ofrece,
virginal para ser tomada.
Mis ojos la han violado impunemente
y la Canon ha dejado constancia.
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Etiquetas: poesia
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