LA LUZ
La luz del sol caía oblicua,
traspasando la neblina
de la indolente mañana de otoño.
Entre la niebla se podía entrever
la mole rocosa de la montaña.
De mi boca salía un aliento
de humo blanco que ascendía
enroscándose bajo la suave brisa
hacia el cielo azul,
como el humo de los hierbajos secos
que un campesino quemaba
en la lejanía
5 comentarios:
Debería estar haciendo mucho frío.
-2º y un vientecito que cortaba.
¿ves? tu vida en ocasiones, es una poesía
salut amic
Es siempre una poesía Omar, es que él casi siempre se hace el durón jajajaja
quizás sólo sea el contacto directo con la naturaleza un sábado por la mañana.
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