Al amanecer de un dia de reyes, tenía cuatro años decía mi madre, jugaba con una pelota que ellos me habían dejado. Bien poco duró el regalo, aquel que tanto me gustaba. Y es que ya es mala pata que en intentarla botar ésta se desmenuzara, en multitud de trozos pues era de chocolate.
Que decepción verdad? Yo también tuve una decepción tendría unos cinco años. Pedi al Niño Jesús un piano de los pequeños y él me trajo un joyero en forma de piano. Es que no tenía como tocar.
4 comentarios:
Que decepción verdad? Yo también tuve una decepción tendría unos cinco años. Pedi al Niño Jesús un piano de los pequeños y él me trajo un joyero en forma de piano. Es que no tenía como tocar.
Son situaciones que no se olvidan.
un gol en contra de la ilusión, pero a favor de la dulce complicidad del chocolate
salut amic
EM VAIG MENJAR LA XOCOLATA, QUE MÉS PODIA FER.
salut, poeta.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio