Horarios nocturnos
Acostado a tu lado, oigo los trenes.
Cruzan mi frente sus fugaces luces
rasgando el horror tibio de esta noche.
La pausa de silencio me deja una luz roja,
una nota sobre este pentagrama
de cables y de vías oscuras y brillantes.
Acostado a tu lado,
oigo cómo se alejan con el ruido más triste.
Quizá me he equivocado no subiendo a uno de ellos.
Quizá el último acierto
sea -abrazado a ti-
dejar pasar los trenes en la noche.
Joan Margarit
3 comentarios:
Cuando uno no sube a un tren cuando es joven muy dificilmente lo hace ya con mas edad. Falta el coraje y uno se acomoda a lo que tiene cerca.
nos volvemos cómodos, demasiado cómodos
Y después ya conocemos lo que tenemos cerca y se ignora lo que se encontraria al final del viaje. Más vale un pajaro en la mano que dos volando jajaja. Pero admiro mucho a quién lo consigue.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio