Las sombras
Pasábamos de puntillas por los caminos empedrados,
prudentes
nos esforzábamos para no hacer ningún ruido,
ni desdibujar el contorno de la sombra apagada.
Un séquito de follaje, de copas y ramas
perfilaba
una línea verde y continua con un fondo de nubes
que sinuosa dibujaba la frontera del cielo.
La serranía a lo lejos unificaba sus cimas
opacas
deteniendo la luz que por levante salía,
también el latido profundo de los orígenes
y todos los destinos que la historia confundió,
los perdidos
entre inspiraciones, liturgias y epopeyas
aquellos que se amontonan en la espesura de la sombra.
Y aquello que no pudimos expresar con la palabra
reclama
desde el reino escondido de la oscuridad
una deliberada exigencia de luz.
Poco nos importa que los espíritus inmundos,
inefables,
permanezcan aún en las profundidades
y que entre rituales bailen una danza macabra.
Pasábamos de puntillas por los caminos empedrados,
decididos
a pactar la entre la luz y las sombras
y con la palabra encender candiles, faros y linternas
Francesc Cornadó
2 comentarios:
Estaba leyendo este poema y me parecía que era lo que tu habrías escrito en los caminos de Montseny.
es de otro Francesc,..Cornadó, capaz de escribir poemas como este.
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