Había jugado de pequeño
en el patio de esta casa,
ahora cerrada y abandonada
y donde ya estaban los rosales,
que ajenos a tanta dejadez
siguen tejiendo rosas,
quizás porque las plantas
tienen otro sentido del tiempo, y,
al contrario de las casas,
es más difícil derribarlas
o tapiarlas.
1 comentarios:
Así son las flores siempre vigilantes.
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