TEATRO
Se eternizan los domingos
de esta rara primavera
que nos trae a mal traer.
Pasan lentas las horas
y todo es más que previsible,
como en un inacabable día de la marmota,
sin que nada sea capaz de aliviar este sopor
que no por sabido, deja de aburrir.
Añoro aquellos domingos
en que era capaz de ilusionarme
aunque fuera por el fútbol, las motos
o cualquier otro deporte.
También todo eso me aburre
y no despierta en mi ningún interés.
Quizás sólo sea que estoy cansado
y me sé el guión de memoria
de esa previsible obra de teatro
que es la vida.
de esta rara primavera
que nos trae a mal traer.
Pasan lentas las horas
y todo es más que previsible,
como en un inacabable día de la marmota,
sin que nada sea capaz de aliviar este sopor
que no por sabido, deja de aburrir.
Añoro aquellos domingos
en que era capaz de ilusionarme
aunque fuera por el fútbol, las motos
o cualquier otro deporte.
También todo eso me aburre
y no despierta en mi ningún interés.
Quizás sólo sea que estoy cansado
y me sé el guión de memoria
de esa previsible obra de teatro
que es la vida.
2 comentarios:
Noooooo!! Aún no sabes nada!!! Todos los días las cosas cambian. Tú aun tienes muchos años y mucho que aprender. Endulzate un poco, ni que sea comiendo miel en tostadas por la mañana.
parecen palabras que
murmuran una nostalgia
indefinida, de no saber porqué,
salut
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