EL FILO DE LA NAVAJA
Acostumbrado como estoy a las inclemencias
de vivir casi siempre en el filo de la navaja
se me hace extraña esta temporada
en que todo está más o menos sosegado.
No estando sediento de nada, ni siquiera de ira
lo contemplo todo con franca displicencia
a pesar de haber indicios suficientes a diario
que justificarían cualquier acción
contra todo lo que me molesta y azora.
Pero he decidido no agobiarme por nada
ni que nada consiga romper la armonía
de un tiempo en que pausadamente
mi vida entra en una franca atonía
producto del desencanto, el agotamiento
y porque no decirlo también, por el hecho
inexorable que me estoy haciendo mayor.
3 comentarios:
Yo digo que estoy en "Baño de María".
Igual como los rapaces mirando desde arriba buscando sus presas, se quedan quitecitas apenas meciendo las alas.
al naño maria es donde se hacen los huevos duros, verdad?
Eso! Y antes de haber microondas, se calentaba la comida mas ligera.
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