Todo ocurre repentinamente
Todo ocurre repentinamente,
como si la fragilidad del vidrio
cogiese una cierta ingravitat temporal,
más Newton tenía razón
y el vaso finalmente choca contra el suelo
mientras el café se esparce por la cocina
y su contenedor se fragmenta en mil pedazos
que días y días saldrán en barrer.
Soy bastante torpe,
llevo ya dos en un mes.
*
2 comentarios:
QUE NI SI TE OCURRA ENTRAR EN MI COCINA!
CON LAS LETRAS ERES UN AS!
OK, eso de romper vasos se me da bastante bién.
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