IV
Mis ojos ya no saben
sino contemplar días
y soles perdidos. Como oigo
rodar viejas tartanas
por las ramblas de Sinera.
A mi recuerdo llegan
olores de mar velada
por claros veranos. Perdura
en mis dedos la rosa
que cogí. Y en los labios,
viento, fuego, palabras
acaecidas ceniza.
Salvador Espriu
Cementiri de Sinera, les hores
1 comentarios:
Es verdad yo estoy con el poeta cuanto a los soles perdidos y a recuerdos de olores de mar...
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