PRESAGIO
El hombre que adivina su única condena.
El hombre que marchita su mirada limpia.
El hombre que destroza su fe y su esperanza
es casi como un sol que nunca amaneciera,
es casi como el agua sin ritmo ni alegría.
Piedra sobre piedra. Llanto sobre llanto.
Andrés Morales Milohnić, en Demonio de la nada, 2005
Del blog Descontexto
1 comentarios:
Buena reflexion.
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