La tarde muere cada día, al llegar el atardecer.
Las estrellas la lloran,
árboles y flores se recogen
los pájaros callan,
el viento se aquieta,
y todo resto mortecino
dentro de un denso silencio.
Al leerte me hizo recordar de cuando yo era niña de vacaciones en la aldea de mis abuelos paternos, había como unas 20 casas en el medio del bosque, no había electricidad. Cuando caía la noche era el completo silencio a oscuras. En verano se oían unos grillitos no más. Que tiempos que yo añoro tanto.
2 comentarios:
Al leerte me hizo recordar de cuando yo era niña de vacaciones en la aldea de mis abuelos paternos, había como unas 20 casas en el medio del bosque, no había electricidad. Cuando caía la noche era el completo silencio a oscuras. En verano se oían unos grillitos no más. Que tiempos que yo añoro tanto.
añoramos estas cosas que nos retrotraen a la infancia, cuando éramos felices.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio