RENUNCIA
He guardado las ilusiones
en un cajón sin fondo
para no recuperarlas.
Viviré de realidades
y dejaré de perseguir
en vano las utopías.
El tiempo de los sueños ha terminado
ya no hay sol en las azoteas,
ni alfombras verdes que me amparen.
Los árboles desnudos no florecen,
y tampoco las flores.
que mi jardín adornaban.
La mediocridad es el presente
de un futuro que poco depara,
dentro de un paisaje que día a día
irremediablemente se degrada.
No me quejo, debe de ser así
como se va acabando la estancia,
renunciando poco a poco
en todo lo que te gusta.
Envejecer, es aceptarlo
poco a poco, ignorar
con la justa displicencia,
como si no fuera contigo
que este viaje se acaba,
sin senda de retorno,
ni la hora anunciada.
4 comentarios:
Muy bueno, si bien yo aun no guardé mis ilusiones. Aun acredito en el Papa Nöel.
Bendita inocéncia!
No me tires la moral abajo, Puigcarbó, todavía tenemos pa'rato
salut
la moral tiene sus altibajos, Omar.
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