Mira como vengo por la noche
de mi pueblo, del mundo, sin cantos
ni ya sueños, bien vacías las manos;
te llevo sólo mi gran grito.
...
Niño que duermes, no lo has oído?
Despierta conmigo, guíame el miedo
de caminante, este dolor
de unos ojos de ciego dentro de la noche.
Salvador Espriu
1 comentarios:
Muy lindo poema.
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