Desde la ventana
Des de la ventana de mi habitación
veo pasar la vida a mis pies,
mientras viene y va en su rutinária
cadéncia cotidiana.
Juego a sentirme como un
pequeño Dios controlador,
mis ojos contemplan impunes
todo lo que bulle a mi alrededor.
Hacer de Dios es fácil
se trata sólo de observarlo todo
no comprometerse en nada
no tomar ninguna decisión,
dejar que todo fluya por si sólo
y que el destino de cada uno,
se cumpla sin remisión.
*
1 comentarios:
Eso me gusta observar y no comprometerse.
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