a oscuras. . .
A oscuras contemplo la calle
desde la ventana de mi habitación.
Se alarga demasiado la noche a finales de Agosto
y no veo más que sombras difusas
de un entorno que me sé de memoria.
Me gusta esta indefinición del paisaje
que por conocido no deja de sorprender,
los árboles que se quemaron el otro día
son sombras difusas sin la apariencia
de su estado calcinado.
Debe ser cosa de la edad el hecho,
de acostumbrarme a contemplar la penumbra
que es el porvenir que me espera.
¿Porque los poetas somos tan tristes?
2 comentarios:
uffff! siempre digo lo mismo ya lo sabes.
Siempre me gusto contemplar la penumbra. Me gusta estar en la penumbra, en reposo.
a mi también.
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