Negra noche, blanca luna solo entre sombras camino, dudas, luces y claros son la única compañía que llevo en mi zurrón. A lo lejos una campana decide que es la una, la gente duerme y no veo luces en los edificios. A la hora de las brujas desolado vago melancólico intentando saber quien soy, y que hago en una ciudad que me es extraña del todo, o quizás sea yo el extraño puesto que ella ya estaba antes de que llegara. Soy visitante permanente de esta enigmática ciudad que no distingo y además no siento como mía. No soy el único forastero todos lo somos de la vida y creo no tengo otro remedio que el de seguir andando hasta encontrar mi destino. si no lo consigo, caminaré hasta el centro de la villa. Si allí no me reconozco ni encuentro la referencia seguiré deambulando como un alma en pena, que no sabe de donde viene ni tampoco adonde va.
2 comentarios:
Tanta gente que pasa su vida deambulando sin saber por donde anda, sin conseguir identificarse con nada, ni con nadie!
de eso va el poema
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